Caminó a donde le dijeron, porque tenía una pregunta importante que
hacer y nadie se la sabía contesta, una persona le dijo que la única que podría
tener la respuesta era la vieja bruja que vivía en medio del bosque, pidió con
mucha insistencia indicaciones de cómo llegar con ella hasta que las obtuvo, no
sin antes recibir una severa advertencia: “Cuidado con lo que deseas, puede que
no sea lo que necesitas”.
Llegó al lugar de la bruja, tocó a su puerta, se
presentó y le dijo que tenía una pregunta que le dijeron sólo ella podía
contestar y la anciana preguntó:
-¿Es tan importante como para arriesgarte a venir
hasta aquí? ¿Por qué?
-Hay algo que quiero olvidar.
-Los recuerdos son parte de quienes somos ¿Por qué
deseas olvidar?
-Porque me es doloroso recordar.
-El dolor forma nuestro carácter.
-No sólo me hace daño a mí, ese es el problema. Si
dejo de sufrir, él dejará de sufrir, y para dejar de sufrir me tiene que dejar
de importar, pero para que me deje de importar debo olvidar. Una vez me dijo
que lo genial de nosotros, es que éramos dos planetas en la misma galaxia, pero
en orbitas diferentes por lo cual la probabilidad de colisionar era nula, pero
cambiamos la trayectoria y chocamos,
estamos atascados y seguimos chocando constantemente destruyéndonos, si uno no
se mueve pronto vamos a chocar hasta que sólo quede polvo.
-Ya veo, pero ¿Por qué querrías seguir junto a
alguien que te quiere en una órbita diferente? Alguien que en varias
oportunidades te comentó que tarde o temprano terminarían separándose sin
importar cuantas veces negaras esa afirmación.
-¿Cóm…?
-Soy bruja ¿Recuerdas? Una vez que abres tu
corazón, se puede leer todo el dolor en tus ojos.
-Yo no vine a que me dijeran lo que ya sé, sólo
vine a que me contestara una pregunta.
-Bueno, dime.
-Ah ¿No que eras bruja? ¿No prefieres leerlo en mis
ojos y presumir tus poderes?
-Por eso no trato con niños, sólo se burlan de ti y
desperdician tu tiempo, seguro no era nada importante y sólo querías probarle a
tus amiguitos que no tenías miedo de la vieja bruja que vive en el bosque,
largo de aquí.
-¡No! No más ironías, lo siento. Mi pregunta es ¿A
cuántas lágrimas deja de doler el corazón? Todo el mundo dice que las lágrimas
lavan el dolor del corazón. Pero he llorado tanto que no me quedan más fuerzas
ni lágrimas por derramar ¿Cuántas más me faltan hasta que me deje de doler?
-Jaja estúpida niña, mientras tengas corazón
siempre te dolerá ¡Siempre! Es inevitable.
-¡NO! ¡No quiero! Me niego a vivir toda la vida de
esta patética forma. No es la respuesta que vine a oír ¿No hay nada que puedas
hacer? ¿Eres tan débil y aún así te haces llamar bruja?
-Lo que desea no siempre…
-Es lo que necesitas, ya me dijeron eso.
-Qué niña tan terca, pues a decir verdad si hay una
manera, pero no digas que no te lo advertí. Como te dije, mientras tengas un
corazón, nunca dejarás de sentir dolor, por lo tanto la respuesta es obvia arrancarte
el corazón ¿Estarías dispuesta?
-Si eso va a hacer que dejemos de sufrir, si.
-No te puedo asegurar eso, sólo te aseguro que no
serás capaz de sentir nada más nunca.
-Mi corazón… ¿Qué vas a hacer con él?
-Lo guardaré en un lugar seguro.
-Bien, quítamelo, no lo quiero.
“Cierra los ojos” fue lo último que escuchó. Cuando
recobró la conciencia estaba en medio del bosque tirada en el suelo, todo
parecía normal, pero había algo distinto, su cuerpo estaba completo pero parecía
que había perdido algo, sin embargo no se sentía como si hubiera sido algo
importante, no sentía tristeza, nostalgia ni dolor ¡Eso! ¡Esa era la extraña
sensación! No sentía nada… Recordó su pacto con la bruja y la invocó.
-¿Qué pasa conmigo? Yo sólo quería dejar de sentir
dolor, no dejar de sentir nada en lo absoluto.
-Tú no necesitabas dejar de sentir dolor, sólo
alejarte de lo que te lo causaba, pero preferiste sacrificar una parte de ti
misma a cambio de no separarte nunca de lo que amas, la desesperación es mala
consejera. Te lo advertí varias veces y no quisiste escuchar.
-¿Qué hiciste con mi corazón?
-Me lo comí, todo tiene un costo y yo no trabajo de
gratis, simplemente tomé lo que ya no querías.
Esas fueron las últimas palabras que oyó decir de la
bruja, ella se fue a su casa sabiendo que había sido engañada por la bruja y
sin poder sentir nada al respecto. Obtuvo lo que desesperadamente pidió tantas
veces para poder estar cerca del fuego sin quemarse, pero ya nada importaba, ya
nada tenía sentido.