lunes, 4 de marzo de 2013

¿A cuántas lágrimas deja de doler el corazón?


Caminó a donde le dijeron, porque tenía una pregunta importante que hacer y nadie se la sabía contesta, una persona le dijo que la única que podría tener la respuesta era la vieja bruja que vivía en medio del bosque, pidió con mucha insistencia indicaciones de cómo llegar con ella hasta que las obtuvo, no sin antes recibir una severa advertencia: “Cuidado con lo que deseas, puede que no sea lo que necesitas”.

Llegó al lugar de la bruja, tocó a su puerta, se presentó y le dijo que tenía una pregunta que le dijeron sólo ella podía contestar y la anciana preguntó:
-¿Es tan importante como para arriesgarte a venir hasta aquí? ¿Por qué?
-Hay algo que quiero olvidar.
-Los recuerdos son parte de quienes somos ¿Por qué deseas olvidar?
-Porque me es doloroso recordar.
-El dolor forma nuestro carácter.
-No sólo me hace daño a mí, ese es el problema. Si dejo de sufrir, él dejará de sufrir, y para dejar de sufrir me tiene que dejar de importar, pero para que me deje de importar debo olvidar. Una vez me dijo que lo genial de nosotros, es que éramos dos planetas en la misma galaxia, pero en orbitas diferentes por lo cual la probabilidad de colisionar era nula, pero cambiamos la trayectoria y  chocamos, estamos atascados y seguimos chocando constantemente destruyéndonos, si uno no se mueve pronto vamos a chocar hasta que sólo quede polvo.
-Ya veo, pero ¿Por qué querrías seguir junto a alguien que te quiere en una órbita diferente? Alguien que en varias oportunidades te comentó que tarde o temprano terminarían separándose sin importar cuantas veces negaras esa afirmación.
-¿Cóm…?
-Soy bruja ¿Recuerdas? Una vez que abres tu corazón, se puede leer todo el dolor en tus ojos.
-Yo no vine a que me dijeran lo que ya sé, sólo vine a que me contestara una pregunta.
-Bueno, dime.
-Ah ¿No que eras bruja? ¿No prefieres leerlo en mis ojos y presumir tus poderes?
-Por eso no trato con niños, sólo se burlan de ti y desperdician tu tiempo, seguro no era nada importante y sólo querías probarle a tus amiguitos que no tenías miedo de la vieja bruja que vive en el bosque, largo de aquí.
-¡No! No más ironías, lo siento. Mi pregunta es ¿A cuántas lágrimas deja de doler el corazón? Todo el mundo dice que las lágrimas lavan el dolor del corazón. Pero he llorado tanto que no me quedan más fuerzas ni lágrimas por derramar ¿Cuántas más me faltan hasta que me deje de doler?
-Jaja estúpida niña, mientras tengas corazón siempre te dolerá ¡Siempre! Es inevitable.
-¡NO! ¡No quiero! Me niego a vivir toda la vida de esta patética forma. No es la respuesta que vine a oír ¿No hay nada que puedas hacer? ¿Eres tan débil y aún así te haces llamar bruja?
-Lo que desea no siempre…
-Es lo que necesitas, ya me dijeron eso.
-Qué niña tan terca, pues a decir verdad si hay una manera, pero no digas que no te lo advertí. Como te dije, mientras tengas un corazón, nunca dejarás de sentir dolor, por lo tanto la respuesta es obvia arrancarte el corazón ¿Estarías dispuesta?
-Si eso va a hacer que dejemos de sufrir, si.
-No te puedo asegurar eso, sólo te aseguro que no serás capaz de sentir nada más nunca.
-Mi corazón… ¿Qué vas a hacer con él?
-Lo guardaré en un lugar seguro.
-Bien, quítamelo, no lo quiero.

“Cierra los ojos” fue lo último que escuchó. Cuando recobró la conciencia estaba en medio del bosque tirada en el suelo, todo parecía normal, pero había algo distinto, su cuerpo estaba completo pero parecía que había perdido algo, sin embargo no se sentía como si hubiera sido algo importante, no sentía tristeza, nostalgia ni dolor ¡Eso! ¡Esa era la extraña sensación! No sentía nada… Recordó su pacto con la bruja y la invocó.

-¿Qué pasa conmigo? Yo sólo quería dejar de sentir dolor, no dejar de sentir nada en lo absoluto.
-Tú no necesitabas dejar de sentir dolor, sólo alejarte de lo que te lo causaba, pero preferiste sacrificar una parte de ti misma a cambio de no separarte nunca de lo que amas, la desesperación es mala consejera. Te lo advertí varias veces y no quisiste escuchar.
-¿Qué hiciste con mi corazón?
-Me lo comí, todo tiene un costo y yo no trabajo de gratis, simplemente tomé lo que ya no querías.

Esas fueron las últimas palabras que oyó decir de la bruja, ella se fue a su casa sabiendo que había sido engañada por la bruja y sin poder sentir nada al respecto. Obtuvo lo que desesperadamente pidió tantas veces para poder estar cerca del fuego sin quemarse, pero ya nada importaba, ya nada tenía sentido. 

domingo, 3 de marzo de 2013

El Amigo Oso

Un hombre bueno, viendo que una serpiente venenosa atacaba a un oso, fue a socorrerlo y lo libró de la serpiente.

El oso fue tan sensible a la bondad que había demostrado el hombre con él, que le siguió por donde quiera que fue y se hizo su esclavo fiel, protegiéndole de cualquier cosa que le molestara y haciéndole muchos favores.

Un día, el hombre estaba durmiendo y el oso, de acuerdo con su costumbre, estaba sentado a su lado, espantando las moscas, sobre todo aquellas que intentaban posarse en la cara de su amo y salvador. Las moscas se volvieron tan persistentes en sus molestias que el oso perdió la paciencia y, agarrando la piedra más grande que pudo encontrar, se la arrojó con la intención de matarlas, pero, desafortunadamente, las moscas escaparon y la piedra cayó sobre la cabeza del durmiente, aplastándola.

Moraleja: "Hay que saber ayudar a los demás con inteligencia".

Cuento árabe.