A todos nos ha pasado que los consejos que les damos a otros son exactamente los mismos que deberíamos estar aplicando nosotros, pues ayer mientras le decía a un amigo la importancia de cambiar la estrategia con el objetivo de cambiar el resultado me di cuenta que yo debía hacer exactamente lo mismo.
Hace 3 años conocí a mi mejor amigo, un hombre al que respetaba, admiraba y del cual me sentía orgullosa, pero desde hace poco más de un año se perdió y en su lugar dejó a un chico con su misma apariencia pero totalmente distinto. Este chico constantemente agarra a mi mejor amigo y lo somete a situaciones humillantes, lo denigra y degrada con sus acciones, este chico trata a mi tan preciado amigo como si fuera una basura que no merece la pena, le hace creer que no merece ser amado y que debe conformarse con dar porque no merece recibir.
Este chico le hace creer a mi amigo que el objetivo de su vida es ser la perita de boxeo de otros, una pelota antiestrés, le dice que el estar constantemente recibiendo ataques y soportando es para lo único que sirve y es la única forma de que su vida tenga valor.
Estoy harta de este chico, extraño a mi mejor amigo, extraño verlo fuerte sobre sus pies y sentir que puedo contar con él para lo que sea, extraño a mi compañero de pelea, no puedo luchar contra el crimen sin él cubriéndome la espalda. He estado un año esperando volver a verlo, pero me cansé de esperar, y como todos mis esfuerzos hasta ahora han sido en vano, he decidido tomar mi propio consejo, voy a cambiar de estrategia.
Va a ser más doloroso para mi que para él, pero voy a darle espacio a ese chico que dejó mi amigo en su lugar, espacio para respirar sin que yo lo sofoque, espacio para que no tenga que oír mis repetitivos reproches, espacio para que haga de su vida lo quiera sin obstaculizarle el vivir su distorsionado concepto de felicidad, y sobretodo espacio para que mi amigo no sufra al verme llorar mientras lo veo morir lentamente en manos de este chico.
No es una ley del hielo, no es una despedida, no lo estoy abandonando, huyendo o dándole la espalda, es una simple protesta de paz para recuperar a mi mejor amigo, porque estoy enferma de extrañalo todos los días, lo necesito, me hace falta y esto es lo único que puedo hacer por él. Al otro chico no lo odio, odio lo que le hace a mi amigo, pero no lo odio a él, quizás el problema es que amo tanto a mi amigo que no puedo aceptar que ese chico lo haya hecho cambiar, pero no puedo odiarlo porque es parte de lo que mi amigo es.
No estoy molesta, te amo y te extraño, espero volverte a ver pronto mi querido amigo.
Cuando estés listo sabes dónde encontrarme, hasta entonces o/